Los auxiliares de enfermería son profesionales esenciales de la salud que brindan atención directa a los pacientes, lo que puede requerir un esfuerzo físico intensivo.
Para trabajar como auxiliar de enfermería, es necesario poseer ciertas habilidades y certificaciones, como completar un programa de formación específico, recibir formación en el trabajo y aprobar un examen.
Los auxiliares de enfermería deben tener empatía y compasión, excelentes habilidades organizativas para gestionar los planes de cuidado de múltiples pacientes y sólidas habilidades de comunicación.
Los auxiliares de enfermería se encargan de garantizar que los pacientes se sientan cómodos y de satisfacer sus necesidades de salud básicas.
Estos especialistas deben informar a la enfermera supervisora sobre la evolución, el comportamiento y las condiciones físicas y mentales de los pacientes.
La jornada laboral de los auxiliares de enfermería puede ser físicamente exigente y requerir trabajar de pie durante muchas horas, teniendo en ocasiones que levantar, acomodar o trasladar a los pacientes.
Otras responsabilidades del auxiliar de enfermería incluyen las siguientes tareas: Vigilar la salud y los signos vitales de los pacientes.
Mantener la documentación de los pacientes actualizada y completar sus historias clínicas.
Asistir a los pacientes para hacer sus necesidades y cuidar las sondas intravenosas.
Cambiar la ropa de cama y vestirla adecuadamente.
Ayudar al paciente a bañarse, ducharse, vestirse y limpiarse los dientes si este no puede hacerlo por su cuenta.
Alimentar y dar de beber al paciente.
Cambiar de posición a los pacientes postrados en cama.
Ayudar al paciente con ejercicios de movilidad.
Cuenta con cinco Unidades Funcionales para la atención integral de pacientes: Trauma, Cirugía y Osteomuscular; Enfermedades Crónicas, Oncología y Neurociencias; Enfermedades Digestivas; Cardiopulmonar y Vascular; y Materno Infantil, las cuales se soportan en más de 70 especialidades y subespecialidades médicas.